Pero si estás buscando una opción que transforme el sabor al mismo tiempo que conserva tus alimentos, encurtir será la ideal.
La chilera es uno de los orgullos de la cocina centroamericana: si tienes un negocio gastronómico en Costa Rica, Honduras, Panamá o Guatemala, seguramente tengas tu chilera de la casa, ese complemento de sabor único que sirves junto a tus platos. Y, claro, ¡la chilera es una preparación de encurtidos! Pero no es la única.
En este artículo te compartiremos más detalles sobre los encurtidos y algunas ideas para que los aproveches para aportar sabores interesantes a tus platos.
Encurtidos: conservación y sabor
Los encurtidos son aquellos alimentos que se colocan en una mezcla ácida, comúnmente, preparada con vinagre, sal y azúcar. Se conoce como uno de los métodos de conservación de los alimentos más antiguos; de hecho, se tiene registro de su existencia desde el año 2400 a.C. en Mesopotamia.
Bajo este método, los alimentos logran conservarse debido a que la mayoría de los microorganismos patógenos no crecen en ambientes ácidos (bajo PH). De esta manera puedes almacenar frutas, verduras y productos de origen animal para que duren, si haces todo de manera correcta, hasta un año. Entre los más populares están los pepinillos en vinagre, pero no son los únicos, ya lo veremos.
¿Cómo hacer alimentos en conserva?
La preparación resulta sencilla teniendo en cuenta las ventajas que proporciona para tu negocio y, en especial, para tus platos. El objetivo de este método, como ya lo mencionamos anteriormente, es eliminar e impedir el crecimiento de microorganismos.
Para lograr un proceso correcto el primer paso será esterilizar los refractarios reutilizables en donde vayas a contener tus alimentos; recuerda que deben ser de vidrio resistente y tener tapa hermética. Para esterilizarlos, colócalos en agua hirviendo, estilo baño maría, por 15 minutos. Una vez que tengas los frascos listos y los alimentos lavados y desinfectados, podrás comenzar.
La preparación de lo encurtidos comienza con una taza de vinagre blanco y la misma cantidad de agua en una olla. Después incorpora dos cucharadas de azúcar y una cucharada chica de sal. Revuelve y coloca en el fuego hasta que haya hervido por al menos 10 minutos.
Mientras la mezcla hierve, prepara los contenedores y coloca en ellos las conservas que querrás. Al interior puedes usar trozos de zanahoria, chayote, coliflor, chile picante o dulce, cebolla, pimiento, repollo o pepinillos, entre otros. Agrega especias como semillas de mostaza o pimienta, así intensificarás los sabores.
Por último, con la mezcla hervida y los recipientes llenos de ingredientes, agrega el líquido en los frascos, apoya las tapas en los recipientes y deja enfriar a temperatura ambiente. Este es el momento, si lo deseas, de agregar unas gotas de Salsa Lizano para realzar su sabor. Cuando ya no estén calientes, cierra bien y refrigera. No olvides etiquetarlos con la fecha de elaboración para llevar un control y cuidado adecuado del almacenamiento. Después de 24 horas tendrás los vegetales encurtidos listos.
Puedes regular la acidez y consistencia de tus alimentos encurtidos con solo ajustar la proporción de vinagre y azúcar. Usa menos vinagre y más azúcar para unos encurtidos más suaves, y más vinagre y menos azúcar para unos más ácidos y fuertes.
Ventajas de los encurtidos
Además de extender su vida útil, este método de conservación de los alimentos también aporta otros beneficios:
- Tener disponibilidad de alimentos, aunque no sea su temporada.
- Evitar que la comida se desperdicie debido al bajo uso de cierto ingrediente.
- No necesitas equipamiento extra en la cocina de tu local, más allá de los recipientes.
- No hay pérdida de aporte nutricional.
Aporta un gran toque de sabor a los platos.
¿Cómo incorporar los encurtidos en tus platos?
El resultado de este método te permitirá crear combinaciones de alimentos con sabores intensos, en especial si los dejas reposando por muchos días. Esta característica hará gran contraste y aportará frescura a tus platos. Encuentra tu combinación ideal y úsalo como distintivo de tu negocio. Si alcanzas un sabor emblemático, ¡incluso puedes ponerlo a la venta! Aquí algunas ideas sobre cómo servirlos:
- Ofrece tu chilera para acompañar preparaciones calientes como gallitos, picadillos, o guisos de carne de pollo, res o cerdo. También son un elemento refrescante para acompañar frituras, como puede ser el pollo frito.
- Usa los pepinillos en vinagre para aportar acidez a un sándwich de carne de res asada; pícalos y mézclalos junto a Hellmann’s Mostaza para aderezar uno de pollo o de carne de cerdo a la barbacoa; o sírvelos en rodajas para coronar un hot dog.
- Al estilo de la cocina danesa, puedes servir la cebolla encurtida en tus sándwiches de huevo y remolacha. También funciona muy bien con hamburguesas de carne molida de cerdo o res, untando los panes con Hellmann’s Mayonesa Real.
- Agrega repollo encurtido como guarnición para unas costillas de cerdo, al estilo del chucrut alemán.
Otro posible uso de los encurtidos es junto a los patés o pastas de frijoles, ya que causan un buen balance.
Versátil y práctico
En conclusión, este es uno de los tipos de conservación de alimentos que se pueden realizar de manera casera sin utensilios especiales, además te permite tener infinidad de combinaciones. Atrévete a probarlo e incorporarlo en tu local.