Más allá de ser una lista, a veces interminable, de platillos, el menú puede llegar a ser el mejor anuncio de un restaurante; por eso, lo más recomendable es que esté ajustado a estrategias de marketing y comunicación de tu negocio.
Es indispensable hacer un análisis periódico del mismo con base en la llamada “ingeniería del menú”, que te ayudará a establecer parámetros para mantener o cambiar un plato en relación a su desempeño, mejorar la disposición de los platos ofrecidos, proceder a fijar de manera correcta los precios y estandarizar tus procesos. Estos son algunas recomendaciones que puedes seguir en vías de lograr un menú más eficiente y rentable:
CONTENIDO
- No dejes fuera los menús para niños, las opciones saludables o para personas con alergias alimenticias.
- Evalúa la popularidad de tus platos; deja los más pedidos y retira poco a poco los menos rentables y de baja rotación.
- Ordena el menú en forma lógica, por tipos de platos, bebidas sencillas (agua, refrescos, etc.), postres y otros elementos (como las entradas). Las especialidades de bebidas deben presentarse por separado.
- No busques una carta extensa. Abarcar muchos platos implicaría mayor producción y gasto en tiempo, personal, recursos e insumos. Lo ideal es no tener más de 6 platos por sección.
Una correcta planeación del menú ayudará a que el proceso en tu cocina sea eficiente, bajarás los costos y tendrás clientes satisfechos. Además, un menú eficiente puede expresar la solidez de la propuesta, del servicio y la experiencia gastronómica que vivirán tus clientes.
PRESENTACIÓN
- Coloca los platos más rentables en lugares destacados, bajo etiquetas como “sugerencias” o “especialidades”.
- Acompaña el menú con fotografías de calidad que “antojen”. Las imágenes deben
- Ser fieles a lo que los comensales recibirán en la mesa.
- Incluye discretamente el precio después de la descripción; no uses “puntitos” para llevar la vista al precio. El tamaño de los números no debe ser más grande que el de las letras.
- Revisa bien la redacción y cuida la ortografía.
- Ubica en un lugar las formas de pago, sin emplear frases negativas: “No aceptamos tarjetas de crédito”; en lugar de ello: “Solo aceptamos pagos en efectivo”.